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Los pensamientos negativos no son algo patológico ni tampoco debemos pensar que a quien le viene alguno de estos pensamientos a lo largo del día es una persona más bien pesimista.
Ponerlo en palabras. Como si fueras un observador escribir el pensamiento diciendo, por ejemplo, “estoy teniendo el pensamiento de que soy un fracaso” o “estoy teniendo el pensamiento de que todos me van a rechazar”.
Ciencia Las frases y hábitos que generan pensamientos oscuros y malestar interno sin que te des cuenta Hay pensamientos que parecen verdades absolutas, pero solo alimentan inseguridades.
Experiencias pasadas: Situaciones traumáticas o fracasos previos pueden generar desconfianza hacia el futuro.
Ridiculizarlo: repetirlo en voz alta con una voz graciosa o cantarlo como una canción absurda. Esto debilita su poder sobre ti.
Lo que se instala con eso es una distancia del pensamiento: yo estoy teniendo el pensamiento de tal cosa, no es soy tal cosa.
Es crucial aprender a reconocerlas para comenzar a desarticularlas, here como si se tirara de un hilo para deshacer un nudo interno.
Al reconocer estos factores personales, puedes trabajar activamente para cambiarlos y fomentar una mentalidad más saludable.
Nuestro juicio se deteriora porque estamos tomando decisiones desde una perspectiva de carencia. Nuestros pensamientos se traducen en malas elecciones, poca confianza e inercia, lo que nos impide hacer lo que necesitamos para ganar más dinero.
Autoestima baja: Sentirse insuficiente o no valorado puede llevarte a pensar que solo ocurren cosas malas.
Por ejemplo: Un niño que ha sufrido bullying en el colegio, puede llegar a creer que todas las personas a su alrededor de alguna u otra forma quieren hacerle daño.
Patrones de pensamiento aprendidos: Las creencias limitantes adquiridas durante la infancia afectan tu capacidad para ver lo positivo.
Aceptar que los pensamientos negativos son parte de la experiencia humana es clave, pero también lo es entender que puedes elegir cómo relacionarte con ellos.
A medida que reforzamos mentalmente estos pensamientos, empezamos a sentirnos viejos, a actuar como viejos y a ser percibidos como demasiado viejos por la gente que nos rodea.